El martes 5 de junio Alejandro Encinas en un artículo publicado en “El Universal”[1] arremete contra el PRI manifestando que debido a las artimañas y a una elección de estado, pudo nuestro partido salir airoso de la pasada elección para gobernador.
Habría que pedirle al Sr. Alejandro Encinas que haga una reflexión autocrítica y deje de culpar a otros de sus fracasos. En primer lugar, gran parte de su derrota la tiene él mismo y su partido político porque no ha podido comprender las necesidades y aspiraciones de la sociedad no sólo mexiquense, sino mexicana. Muy sintomático en el PRD, partido que siempre ve la paja en el ojo ajeno pero jamás ve la viga en el propio.
En el libelo supra enunciado, el Sr. Encinas llama dinosaurio al PRI y enuncia una serie de prácticas que por desgracia existen en la política mexicana pero que su partido no sólo las realiza, sino que las ha llevado a extremos inimaginables, tal como sucedió en su elección interna de marzo de 2008. Una vez más, ve la paja en el ojo ajeno, pero jamás la viga en el propio.
Llama dinosaurio al PRI pero habría que ver cuán dinosaurios son ellos, pondremos algunos ejemplos:
Alejandro Encinas Rodríguez: Nació en el año 1954; edad: 57 años.
Andrés Manuel López Obrador: Nació en 1953; edad: 58 años.
Pablo Gómez Álvarez: Nació en 1946. Edad: 65 años.
Amalia García Medina: Nació en 1951. Edad 60 años
Manuel Camacho Solís: Nació en 1946. Edad: 65 años.
Y como mencionamos supra, sus derrotas se deben a errores propios más que a “elecciones de estado” tal como ellos le llaman. No han sabido detectar las necesidades y aspiraciones de los mexicanos, en especial de la clase media y de los jóvenes que en la actualidad representamos el principal nicho electoral del país.
El Sr. Encinas y su “partido de izquierda” –habría que analizar si en verdad son de izquierda- no se han percatado que los jóvenes mexicanos del siglo XXI no somos los jóvenes de la década de los 60 o 70 que necesitaban un Estado paternalista que les diera todo en bandeja de plata.
No se han percatado que los jóvenes no somos partidarios de un marxismo vetusto y anquilosado, que no estamos a favor del extremismo político, no se han dado cuenta que nuestra forma de pensar va más acorde con el liberalismo y no con el socialismo.
No se han dado cuenta que creemos que la única forma de acabar con la pobreza es mediante el impulso de una clase media y de una clase empresarial y no mediante la desaparición de la propiedad privada y la colectivización de los medios de producción. No se han dado cuenta que el marxismo no ha traído nada bueno a la sociedad y que hasta ahora, ningún país marxista ha logrado llegar al primer mundo.
No se han dado cuenta que los jóvenes queremos propuestas y diálogo en lugar de andar cerrando calles en detrimento del derecho de tránsito de los demás ciudadanos. No se han dado cuenta que los jóvenes mexicanos queremos un nivel de vida digno. Queremos un país de clases medias, de empresarios, de profesionistas y no un país de obreros.
El señor Encinas, antes de culpar al PRI de sus derrotas, debería hacer un análisis autocrítico y percatarse que los tiempos han cambiado, que con sus ideas arcaicas jamás lograrán satisfacer las necesidades y demandas del electorado, el de la clase media y principalmente el juvenil, que hoy en día, es el que tiene una importancia real y será el que decidirá las elecciones.
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